
Un equipo de arqueólogos italianos, liderados por la profesora Francesca Romana Stasolla, ha encontrado evidencias de un antiguo jardín en Jerusalén, bajo la Basílica del Santo Sepulcro, que podría corresponder con el huerto de Getsemaní, donde Jesucristo vivió sus últimas horas antes de ser arrestado. Los hallazgos incluyen muros de contención, sistemas de recolección de agua de lluvia, fragmentos de cerámica herodiana y sedimentos ricos en polen de plantas típicas del entorno mediterráneo, datados del siglo I de nuestra era. El análisis palinológico ha revelado la presencia de especies vegetales como olivos, higueras y granados, compatibles con la agricultura de subsistencia de la región en la época del Segundo Templo.