
La energía verde proviene de fuentes renovables como la solar, la eólica, la hidroeléctrica o la geotérmica, y no emite residuos contaminantes ni altera el equilibrio ecológico. La energía limpia, por otro lado, se define por no emitir contaminantes durante su uso, pero puede provenir de fuentes renovables o no, como la energía nuclear, que no emite dióxido de carbono pero produce residuos radiactivos. La diferencia entre ambas es fundamental para entender qué tipo de energía realmente protege el planeta.