
El proyecto de construir una nueva sede del Museo Guggenheim en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai enfrenta fuertes críticas por su impacto ambiental. La zona es legalmente protegida y alberga una biodiversidad excepcional, con numerosas especies protegidas y un alto valor ecológico. El impacto incluiría la construcción y la afluencia masiva de visitantes, afectando la flora, fauna locales y la calidad del agua de la ría. Existen localizaciones alternativas con mucha menor sensibilidad ambiental. La inversión para el proyecto es de unos 80 millones de euros, aportados por el Estado y las instituciones vascas, para labores de descontaminación y adecuación del sitio. El proyecto agravaría la turistificación de la comarca y conlleva riesgos físicos por su ubicación inundable, lo que resulta miope ante el cambio climático.