
En 1986, Steve Jobs identificó las reuniones de trabajo como un gran enemigo de la productividad. En 2011, Larry Page, CEO de Google, intentó modernizar las reuniones enviando un correo electrónico con pautas, como límite de 10 personas, duración de 50 minutos y un 'tomador de decisiones'. El objetivo era ser más eficientes y rápidos. La empresa se dividió en siete grupos de productos con líderes claros y se cerraron proyectos grandes como Buzz para centrar esfuerzos en Google+. Sin embargo, los cambios generaron cierto caos y problemas en la práctica.