
En 2020, se compró un iMac de 21,5 pulgadas con 512 GB de almacenamiento, Intel Core i7 y solo 8 GB de RAM, lo que resultó ser un error debido a la insuficiente memoria RAM. A pesar de que el procesador y el almacenamiento eran adecuados, la falta de RAM se convirtió en un cuello de botella. Se intentó aumentar la RAM, pero resultó ser más caro y complicado de lo esperado. La lección aprendida es que pagar más por una configuración adecuada al principio puede ahorrar dinero en el futuro, ya que ampliar la memoria o cambiar el equipo puede ser más costoso. Se recomienda optar por una configuración con un poco más de lo que se cree necesitar, como 16 GB o 32 GB de RAM, para evitar problemas en el futuro.