
Un apagón total en España dejó sin electricidad a más de 45 millones de personas durante horas, afectando también a Francia y Portugal. El ataque se atribuye a un ciberataque mediante plataformas de Hacking as a Service (HaaS) reforzadas con inteligencia artificial (IA). La IA permite automatizar, escalar y adaptar los ataques en tiempo real, haciendo que los sistemas de defensa tradicionales sean ineficaces. Se estima que los atacantes penetraron en los sistemas de control industrial (SCADA) de varias compañías eléctricas nacionales y utilizaron modelos de IA generativa para adaptarse a las defensas activadas durante el ataque.