
China ha reducido su dependencia de importaciones tecnológicas estadounidenses y europeas de 351 categorías en 2000 a 177 en 2022, mientras que Estados Unidos y la Unión Europea dependen ahora de China para 953 categorías de productos. La estrategia 'Made in China 2025' se centró en diez sectores prioritarios, y China es líder mundial en varios campos como trenes de alta velocidad e infraestructura energética. El enfoque evolucionó hacia 'nuevas fuerzas productivas', concepto que puso en el centro de las decisiones desde 2023, integrando IA, nuevos materiales y tecnología cuántica. El despliegue de tecnologías avanzadas genera demanda interna, creando un ciclo que potencia la competitividad industrial.