
La autopista AP-7 en Cataluña ha implementado un sistema de velocidad dinámica que ajusta los límites de velocidad según las condiciones de tráfico, clima y carretera. El sistema utiliza inteligencia artificial para analizar factores como el flujo de tráfico, condiciones meteorológicas y hora del día, y ajusta la velocidad máxima permitida en tiempo real. El objetivo es mejorar la seguridad vial, reducir la siniestralidad y minimizar las emisiones de CO2. El sistema se ha implementado en un tramo de 150 kilómetros y se espera que sea eficaz en la reducción de accidentes.