
Microsoft enfrenta un desafío con el fin del soporte de Windows 10 y la lenta adopción de Windows 11. Aunque Windows 11 ha ganado terreno, su crecimiento se ha ralentizado y se estima que no superará a Windows 10 hasta junio de 2026. Esto supone un riesgo de seguridad para millones de usuarios. La transición de Windows 10 a 11 es más lenta que la de Windows 7 a 10, con un crecimiento mensual de 1,106 puntos porcentuales. Microsoft intenta incentivar la actualización con alertas en pantalla y ofrece extensiones de soporte de seguridad de pago para quienes deseen seguir usando Windows 10 más allá de su ciclo oficial.