
Xàbia, con 30.000 habitantes, se enfrenta a la saturación turística en verano, especialmente en las calas Granadella y Portitxol. El Ayuntamiento implementó un sistema de control de acceso y estacionamiento regulado en 2024, con un presupuesto de 104.000 euros, pero en 2025 no se presentó ninguna empresa para gestionar el servicio. Los controladores denunciaron encontronazos con visitantes coléricos y el estacionamiento en carreteras complica el tráfico y dificulta el paso de emergencias.