
La DGT ha instalado más de 3.000 radares en España para controlar la velocidad y reducir accidentes. Un trabajador de mantenimiento de carreteras ha revelado que la presencia de una escalerilla metálica en un pórtico puede indicar la ubicación de un radar fijo. Esto se debe a que los operarios necesitan acceder a los radares para realizar tareas de calibración y mantenimiento. La DGT prohíbe el uso de inhibidores de radar, con multas de hasta 6.000 euros y la pérdida de seis puntos del carnet. Los detectores de radar también están prohibidos, con multas de 500 euros y la retirada de tres puntos del carnet. Los avisadores de radar, que informan sobre la ubicación de radares fijos, son legales.