
En la planta de Kia en India, dos empleados robaron 1.008 bloques de combustión durante cinco años, dejando un agujero de 2,3 millones de dólares en las cuentas de la empresa. Los empleados, que tenían puestos de responsabilidad, falsificaron documentación y utilizaron camiones con placas de matrícula falsas para transportar los motores a Nueva Dheli, donde los vendían como si fueran nuevos. Seis personas están implicadas en el robo, y uno de los empleados está detenido mientras que el otro está desaparecido.