
El artículo analiza cómo la ética animal se transforma en acción social a través del movimiento animalista, centrándose en la lucha antitaurina en Catalunya. En 2007, una corrida de toros en Barcelona con el torero José Tomás provocó una manifestación de unas 5.000 personas. Esto llevó a la creación de la Plataforma Barcelona Mata, que junto con la Plataforma PROU, impulsó una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para prohibir las corridas de toros en Catalunya. La ILP prosperó gracias a una estrategia principista y pragmática, enfatizando los problemas éticos de la tauromaquia y el progreso moral. La prohibición se aprobó, aunque luego fue revocada por el Tribunal Constitucional en 2016, sigue teniendo efecto. La lucha antitaurina es un ejemplo de cómo la ética animal se convierte en acción social.