
Un ciudadano en Rottweil, Alemania, impidió el funcionamiento de un radar móvil aparcando su caravana delante, aprovechando un vacío legal. La normativa local permitía estacionar caravanas en ese punto. El dueño movió la caravana en 24 horas, evitando multas. La Dirección General de Tráfico (DGT) recuerda que dañar un dispositivo de este tipo puede acarrear multas de miles de euros, hasta 15.000 euros por la cabina y 40.000 euros por el radar.