
Juan Ricardo Hidalgo, dueño de la cadena de perfumerías Primor, denuncia haber sufrido una persecución por parte de un inspector de Trabajo en Málaga, JBG, quien disparó un 15.000% el importe de las sanciones por inspecciones de Trabajo. El inspector reclamaba 30 millones de euros, pero gracias a la defensa de Juan Ricardo, se han anulado decenas de procedimientos administrativos y se han ganado más de 55 sentencias a favor de Primor, reduciendo el dinero reclamado a 16.480.000 euros. El inspector JBG ha sido acusado de actuar de forma espuria, arbitraria y con falta de motivación, y se han iniciado cuatro querellas en su contra.