
Una trabajadora de Lidl en Murcia fue despedida después de solicitar una baja laboral por depresión. El Tribunal Superior de Justicia de Murcia dictó sentencia y consideró que el despido no fue discriminatorio, ya que la empresa no tenía conocimiento de la enfermedad en el momento de la decisión. El contrato de la trabajadora había sido prorrogado 89 días y finalizaba el 14 de octubre de 2022. La trabajadora solicitó la nulidad del despido, pero el tribunal solo consideró improcedente el despido, ordenando una indemnización de 774,80 euros o la readmisión de la empleada.