
Un fallo en la red eléctrica dejó sin suministro a la práctica totalidad de la península ibérica, afectando a España, Portugal y parte del sur de Francia. El apagón, que ocurrió a las 12:30 horas, provocó la desconexión automática del sistema de la red europea y paralizó transportes, comunicaciones y actividad económica. Los servicios de trenes de media y larga distancia fueron suspendidos, y las redes de metro de Madrid, Barcelona y Valencia quedaron paralizadas. El Gobierno ha activado el Plan 3 de Emergencias Nacional y mantiene un discurso de prudencia. El apagón ha generado preguntas sobre la preparación para situaciones de emergencia y la vulnerabilidad de la sociedad.