
Una familia de Castellón denunció que Ryanair no les permitió volar desde Eindhoven debido a que una trabajadora de la aerolínea consideró que el DNI de un abuelo de 89 años, Luis, no era válido. A pesar de tener una cédula de identidad permanente con fecha de caducidad en 2099, la trabajadora se negó a dejarlo embarcar. La familia se negó a separarse y tuvo que pagar 1.560 euros por nuevos billetes de avión y una noche en un hotel.