
El Ayuntamiento de Tres Cantos ha activado un censo obligatorio de ADN canino para sancionar a los dueños que no recojan los excrementos de sus perros en la vía pública. El proceso es indoloro y tiene un coste de 40 euros. La toma de muestras se realiza en once clínicas veterinarias autorizadas y se entrega una chapa identificativa con código QR. La medida busca acabar con el incivismo y combatir el abandono y maltrato animal. Tres Cantos se suma a la lista de aproximadamente 80 ayuntamientos que ya cuentan con este sistema. Las multas por no recoger los excrementos superan los 500 euros.