
El 21 de abril de 2000, durante la Semana Santa en Sevilla, se produjeron estampidas de público y una sensación de pánico se extendió por el corazón de la ciudad, con 200 heridos. La investigación oficial no encontró culpables ni explicaciones convincentes. Desde entonces, se han implementado medidas de seguridad, como la prohibición de venta de alcohol y aforamientos de calles, y se ha creado el Centro de Coordinación Operativa (Cecop) para conectar a todos los efectivos. La repetición de situaciones similares ha llevado a estudiar patrones coincidentes, como el entorno, las condiciones meteorológicas y la hora, siempre pasadas las 5 de la madrugada. El número de agentes que se moviliza cada año ha aumentado a 5.000.