
Phoebe Gates, hija de Bill Gates, reveló en un pódcast que su padre podría tener síndrome de Asperger. Bill Gates nunca ha confirmado un diagnóstico médico, pero en su autobiografía Source Code (2025) menciona que si hubiera crecido en la actualidad, probablemente le habrían diagnosticado dentro del espectro autista. El síndrome de Asperger se caracteriza por inteligencia igual o superior al promedio, gran capacidad verbal y fascinación por temas específicos, pero también por dificultades para interpretar señales sociales y mantener conversaciones recíprocas. Desde 2013, esta condición se engloba dentro del Trastorno del Espectro Autista (TEA). Bill Gates ha confesado que de niño podía ser grosero o inapropiado sin notarlo, y que sus padres no tenían una guía para entender su comportamiento.