
Los ácidos grasos configuran nuestras células y regulan funciones vitales. La proporción de omega 6 y omega 3 debe ser entre 1:1 y 4:1. Un desequilibrio aumenta el riesgo de depresión, ansiedad, obesidad y enfermedades inflamatorias. Los ácidos grasos también forman las membranas de las células y varían su composición a lo largo del día. El omega 3 se encuentra en pescados como el salmón y las huevas, y es beneficioso para la salud cardiovascular y cerebral. Las grasas trans son perjudiciales y su prohibición ha reducido el número de cardiopatías en Estados Unidos. Un equilibrio perfecto entre omega 3 y omega 6 reduce inflamaciones y protege el corazón. La falta de omega 3 puede aumentar las enfermedades cardiovasculares y los problemas de hipertensión. Tomar aceite de oliva, nueces y aguacates puede aumentar la esperanza de vida.