
La escritura manual activa más regiones del cerebro que teclear, promueve patrones de conectividad cerebral ricos, esenciales para la formación de memorias duraderas y la codificación de nueva información. La profesora Audrey van der Meer, de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU), confirma que la escritura manual promueve la creatividad, la concentración y la expresión personal. Además, la escritura manual fomenta la concentración profunda y reduce la dispersión mental, mejorando el enfoque y la salud emocional.