
El cáncer de útero, que incluye el cáncer de endometrio y el cáncer de cuello uterino, ha visto avances significativos en su tratamiento gracias a técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas, radioterapia más precisa, quimioterapia e inmunoterapia combinadas, y medicina personalizada. La cartografía de ganglios centinela guiada por fluorescencia reduce riesgos como el linfedema. La braquiterapia de alta dosis en menos sesiones y la radioterapia guiada por imagen (IGRT) mejoran la precisión y comodidad. La combinación de durvalumab más quimioterapia y pembrolizumab con paclitaxel y carboplatino ha mostrado resultados prometedores. Las terapias dirigidas y la medicina personalizada están revolucionando el tratamiento, con tratamientos adaptados al perfil molecular de cada paciente. La FDA aprobó nuevas combinaciones en 2024.