
Viajar con gatos en coche puede ser estresante para ellos debido a su naturaleza territorial y sensible a cambios. Sin embargo, con planificación y preparación, es posible minimizar el estrés. Seis pasos clave son: 1) elegir un transportín adecuado con estructura rígida, ventilado y tamaño adecuado; 2) preparar el interior del coche con climatización, reducción de ruido y estímulos; 3) preparar al gato con anticipación, sin alimentarlo antes del viaje y utilizando feromonas sintéticas; 4) durante el viaje, monitorear y actuar con calma, sin abrir el transportín; 5) al llegar, crear un espacio seguro y cerrado para su adaptación; 6) considerar un kit de viaje felino y requisitos de documentación para viajes internacionales. Es importante respetar los tiempos del gato y ofrecer seguridad.