
La esquizofrenia afecta a más de 20 millones de personas en todo el mundo y se manifesta en la adolescencia o principios de la adultez. Un estudio reciente ha encontrado que el envejecimiento acelerado del cerebro podría ser una pieza clave del rompecabezas. Los investigadores han identificado un biomarcador llamado neurofilamento de cadena ligera (NfL) que podría dar pistas importantes. Los niveles de NfL aumentan más rápido con la edad en personas con esquizofrenia, lo que sugiere una aceleración del proceso de envejecimiento del cerebro. Esto podría ser un paso enorme hacia la detección temprana de procesos degenerativos en personas con esquizofrenia. La expectativa de vida de las personas con esquizofrenia es entre 20 y 30 años menor que la media.