
La Palma sigue reconstruyéndose tres años después de la erupción con un modelo neoliberal que ignora el riesgo volcánico. Un estudio publicado en la revista científica 'International Journal of Disaster Risk Reduction' analiza la planificación de la isla y concluye que las normas vigentes no tienen en cuenta los peligros asociados a un volcán. El decreto urbanístico de 2023 permite a los damnificados construir en el mismo lugar donde perdieron sus casas, siempre que sea seguro y viable. La investigación critica la falta de consideración del riesgo volcánico y la dispersión territorial característica de la isla. Los autores del estudio, David Ramos y José Alberto Rio Fernandes, consideran que la reconstrucción ha quedado en manos de los afectados y que ello ha derivado en un 'caos urbanístico'. La Plataforma de Afectados por el Volcán y la Asociación Tierra Bonita coinciden en que la reconstrucción ha sido 'caótica' y que la administración ha 'cancelado al afectado'. La Palma sigue sin contar con un plan de actuación insular ante el riesgo volcánico años después de una erupción que arrasó con más de 1.200 hectáreas y 1.500 edificaciones.