
Pedro Sánchez culpó a los operadores privados y criticó a las centrales nucleares, afirmando que cinco reactores no estaban generando energía por ser no competitivos en precio. Sin embargo, según el Consejo de Seguridad Nuclear, solo tres reactores estaban apagados: Almaraz I, Cofrentes y Trillo. De estos, solo dos lo estaban por motivos económicos, y el resto por recarga y mantenimiento. La nuclear aportaba el 10,52% de la generación eléctrica en el momento del apagón.