
El desmantelamiento de los servicios sociales del Ayuntamiento de Ourense es el telón de fondo de las patrullas ciudadanas. Aumentan las personas sin hogar y no hay alternativas para las drogodependientes. El malestar vecinal en determinados barrios de la ciudad como A Ponte, Vinteún u O Pino existe. Grupúsculos de extrema derecha se están aprovechando de la situación y promoviendo las llamadas patrullas ciudadanas y el discurso del odio. La Subdelegación del Gobierno llama a la calma y asegura que no se aprecia un aumento significativo del número de delitos. El educador social menciona una asamblea vecinal subida de tono y la presencia de la derecha extremista como punto de ignición y origen de las patrullas. La reforma del parque Canedo, en A Ponte, lugar de pernoctación de personas sin hogar ahora vallado por unas obras, es una de las claves. La oposición carga contra Jácome, el alcalde de Ourense, y reclama prudencia y una estrategia municipal que aborde el sinhogarismo y reactive programas y servicios de promoción de la salud y prevención de la adicción. La última operación contra el tráfico de drogas, en el barrio de Covadonga, tuvo 15 detenidos.