
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha decidido mantenerse en su cargo a pesar de las recientes revelaciones de corrupción dentro del PSOE. Esta decisión se produce tras una reunión con la ejecutiva federal del partido, que generó gran expectación entre los medios de comunicación. Inicialmente, se esperaba que Sánchez compareciera ante los medios alrededor de las 13 horas, pero finalmente su aparición se retrasó hasta las 16:16 horas. Mientras tanto, Santos Cerdán, quien dimitió el jueves de todos sus cargos en el partido tras un informe de la UCO, presentó su baja voluntaria como militante del PSOE. La Secretaría de Organización, que anteriormente ocupaba Cerdán, será asumida temporalmente por una gestora liderada por Cristina Narbona, presidenta del partido, hasta el Comité Federal del 5 de julio. Sánchez también se ha negado a adelantar las elecciones generales, hacer coincidir las generales con las elecciones autónomas y municipales en un 'superdomingo electoral', o realizar cambios en el Gobierno. Esta decisión ha sido criticada por Podemos, cuyo portavoz, Pablo Fernández, expresó que Sánchez no está 'legitimado' para liderar un Gobierno 'progresista' y que no participarán en lo que consideran un 'lavado de cara de un partido corrupto'.