
La Operación Telaraña, llevada a cabo por Ucrania, consistió en ataques con drones contra aeródromos de la aviación rusa en Siberia y otras zonas, destruyendo o dañando varios bombarderos estratégicos. Los servicios secretos ucranianos aseguran que sus drones alcanzaron 41 aviones rusos, mientras que fuentes de EEUU estiman que se alcanzaron 20 aeronaves. Las imágenes de satélite muestran los destrozos en la base aérea de Belaya y otras bases. La operación fue planificada durante 18 meses y supervisada por el presidente Volodímir Zelenski. Se utilizaron 117 drones y se empleó inteligencia artificial para dirigirlos. Los aviones estratégicos son uno de los tres elementos de la tríada nuclear rusa.