
El PSOE se enfrenta a una situación de descontento y enfado entre sus afiliados y dirigentes, mientras Pedro Sánchez insiste en su capacidad de resistencia y convicción de que puede concitar el apoyo mayoritario en las próximas elecciones. Antiguos dirigentes como Paco Vázquez y Juan Lobato han expresado su descontento y han dejado de votar al partido. Sánchez confía en repetir la fórmula de las últimas elecciones generales, uniéndose con otros partidos para formar un gobierno. Sin embargo, las encuestas sugieren que el PP y Vox pueden obtener mayorías amplias. En el entorno de Sánchez se dan por hecho que la fórmula puede volver a dar sus frutos, pero dentro del partido existen dudas y movimientos para pensar en el día después de la salida de Sánchez.