
La población de Sitges, a 38 km al sur de Barcelona, se opone a la demolición del Club de Mar, un club privado fundado en 1952 que vulnera la ley de Costas. La alcaldesa, Aurora Carbonell, de ERC, ha sido criticada por no movilizarse para salvar el club. El caso ha generado debate sobre la especulación y los intereses creados. El gobierno de Salvador Illa ha anunciado la recuperación de la Ley de Barrios de 2004 para abordar la crisis de la vivienda. La demolición del Club de Mar está prevista para el 2 de junio.