
Hamás aceptó liberar a diez rehenes vivos y 18 fallecidos, pidiendo el fin de la guerra y la salida de las tropas israelíes de la Franja de Gaza. La propuesta incluye un alto el fuego permanente y garantizar el flujo de ayuda a su pueblo. La respuesta se produce después de consultar con facciones palestinas en Gaza y se basa en la última propuesta estadounidense de alto el fuego. El acuerdo incluye la liberación de rehenes en dos tandas a cambio de un alto el fuego de 60 días y la entrega inmediata de ayuda humanitaria.