
El Reino Unido planea modernizar su escudo nuclear con 12 submarinos nuevos para proteger al país y a los aliados europeos, pero seguirá dependiendo de Estados Unidos. La estrategia de defensa identifica la amenaza de Rusia como inmediata y urgente. El primer ministro, Keir Starmer, no se compromete a llegar al 3% del PIB en defensa, pero tiene la ambición de hacerlo en la siguiente legislatura. El ejército británico está en su nivel de tropas más bajo en 300 años, con 70.860 personas. El objetivo es producir un submarino nuevo cada 18 meses en dos astilleros en Inglaterra, con un costo de 15.000 millones de libras. El Reino Unido depende de Estados Unidos en cuanto a misiles balísticos y componentes clave para el sistema de defensa nuclear.