
El ministro Puente planea eliminar cerca de cien paradas de autobús en Castilla-La Mancha, en Guadalajara y Cuenca, en la línea de autobuses Madrid-Teruel-Valencia, justificándolo con 'eficiencia y rentabilidad' para reducir el tiempo de viaje y el precio de los billetes. El Gobierno de Castilla-La Mancha ya ha hecho alegaciones al respecto, calificando el anteproyecto como 'unilateral' y denunciando la falta de diálogo. El Ministerio propone dar ayudas a las regiones (40 millones), pero estas son consideradas insuficientes. Castilla-La Mancha exige financiación suficiente para aceptar el proyecto, asegurando que el gasto público será mayor que el actual entre las rutas que queden y las que habrá que crear para conectar con aquellas.