
El pasado domingo, 8 de junio, se esperaba que Feijoo anunciara un gesto histórico en la Plaza de España, pero no explicó qué es una democracia y por qué es incompatible con un poder al margen de las leyes. Una mafia es el imperio de la fuerza, del poder, de la violencia y de una minoría sobre el derecho y la ley. Se necesitan reformas para que la democracia española no caiga en manos de otra mafia. El PSOE ha seguido la ruta de los hombres perversos, denunciada por René Girard, y ha convertido su perversión en fe del carbonero inquisitorial. El PP y Vox no están a la altura para promover una moción de censura conjunta para propagar qué es la mafia y por qué no tiene nada que ver con la dignidad de la democracia.