
Felipe González gobernó España durante 14 años, desde 1982 hasta 1996, y su legado incluye la guerra sucia contra ETA, corrupción y desmantelamiento de la industria. Tras su derrota, el PSOE se reinventó y Zapatero llegó al poder en 2004, después de los atentados del 11-M. Durante su mandato, Zapatero tomó decisiones como la retirada de Irak, la negociación con ETA y la aprobación de la Ley de Memoria Histórica, lo que llevó a España a una situación de crisis económica y fragmentación territorial. El artículo concluye que el PSOE siempre gana, pero a costa de España, y que el pueblo español es el gran perdedor.