
El cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco en mayo de 2025 está marcado por polémicas, incluyendo el rejuvenecimiento administrativo del cardenal John Njuem, quien pasó de tener 80 años a 78 años después de una modificación en el Anuario Pontificio en abril de 2024. Esto le permite participar en la votación como uno de los 133 cardenales con derecho a voto. Además, el cardenal Angelo Becciu intenta participar a pesar de haber sido condenado a 5 años y 6 meses de prisión por corrupción financiera. El Papa Francisco ha denunciado presiones y maniobras políticas en cónclaves pasados y ha desmentido rumores sobre cambios en las reglas del cónclave.