
España enfrenta un dilema debido a los precios bajos de la electricidad, que no superan los 20 euros por megavatio por hora. El alto funcionamiento de las energías renovables y el mecanismo marginalista, que premia a las centrales que ofertan la electricidad más barata, han llevado a una disminución en la inversión en renovables. En 2024, las inversiones en energías renovables superaron los 15.000 millones de euros, con un aumento del 12,44% en el coste medio mensual en febrero. Los analistas advierten que un período prolongado de precios bajos podría disuadir a los inversores de entrar en el mercado.