
España, con 8.000 kilómetros de costa, tiene un sector pesquero que genera decenas de miles de empleos y miles de millones de euros. Sin embargo, el consumo de pescado ha caído un 4,3% en el último año móvil, con un descenso del 2,7% en productos marinos y un 4,3% en pescado. Los productos congelados han aumentado un 4%, pero no han podido compensar la caída del pescado fresco, que ha descendido un 4,9%. El bacalao y la dorada han sido los más afectados, con caídas del 21% y 23,5%, respectivamente. El precio y la educación son factores clave en esta tendencia, ya que el pescado fresco es más caro que la carne y hay un desconocimiento del producto entre los jóvenes. El consumo per cápita de productos pesqueros ha descendido de 27,8 kilos en 2003 a 17,9 kilos en 2024.