
La superstición marinera de no encender cigarrillos con velas se originó en el norte y este de Europa, especialmente en países con larga tradición pesquera como Islandia, Noruega o Alemania. Durante generaciones, muchos hombres del mar vendían cerillas en tierra firme para sobrevivir durante el invierno, y si la gente optaba por encender sus cigarrillos directamente con velas, se reducían las ventas. La frase popular que resume esta creencia es 'Si enciendes un cigarro con una vela, muere un marinero'. Aunque hoy en día los marineros trabajan durante todo el año con condiciones más estables, la superstición sigue teniendo fuerza como recordatorio implícito de lo dura que fue y es la vida en el mar.