
Cartimandua fue una reina de los brigantes que optó por aliarse con el Imperio Romano en lugar de enfrentarse a ellos. Nació en una familia noble y se cree que ya estaba en el poder cuando el emperador Claudio inició la conquista de Britania en el año 43 d.C. Su alianza con Roma le permitió mantener su trono durante más de dos décadas, pero también la dejó vulnerable ante las revueltas internas. En el año 51 d.C., entregó a Carataco, un líder de la resistencia britana, a los romanos, lo que consolidó su alianza con ellos. Sin embargo, su apoyo a los romanos también le acarreó numerosos enemigos dentro de su propio pueblo. En el año 69 d.C., fue derrocada por su esposo Venucio, quien se había convertido en su principal opositor. Se desconoce su destino después de perder el trono.