
El templo Karni Mata en Deshnoke, Rajastán, es un lugar donde más de 25.000 ratas viven y se alimentan gracias a la devoción de los fieles. La leyenda cuenta que Karni Mata, considerada una reencarnación de la diosa Durga, rogó a Yama, el dios de la muerte, que le devolviera la vida a su hijo y, al recibir una negativa, declaró que todos sus descendientes renacerían como roedores. El templo fue construido hace más de 600 años y se amplió hasta principios del siglo XX. Los fieles ofrecen leche, frutas y dulces a las ratas, y se cree que ver una rata blanca es una señal de suerte. Un trabajador del templo afirma que trabaja 16 horas diarias por solo 5.000 rupias al mes, pero considera que servir a Karni Mata le da todo lo que necesita.