
La Quemada, un sitio arqueológico en Zacatecas, México, cuenta con murallas de hasta 6 metros de altura, una cancha de pelota de gran longitud y una pirámide ceremonial de 12 metros. El sitio también presenta misteriosos cráteres de fuego dispersos, que han sido objeto de investigación. Los arqueólogos han identificado que estos hoyos fueron utilizados de manera constante a lo largo de los siglos, desde el 300 d.C. hasta el 1200 d.C. Un estudio reciente aplicó la técnica de arqueomagnetismo para determinar la fecha de uso de cinco de estos hoyos, encontrando que el hoyo LQ4 y LQ5 ardieron entre el 675 d.C. y el 903 d.C., mientras que LQ1 lo hizo entre el 927 d.C. y el 1101 d.C. Las teorías sobre el propósito de estos fuegos son variadas, incluyendo rituales vinculados a las estaciones del año o al ciclo agrícola, antorchas ceremoniales o despedidas rituales.