
La vida implica afrontar duelos y pérdidas, y el trabajo interior más sustantivo es reconciliarse con uno mismo y con la vida. El duelo puede volverse melancolía, manía o elaboración, y la nostalgia puede ser una relación de la mente con lo que el duelo no puede recuperar. Según Massimo Recalcati, la vida no tiene más remedio que discurrir a través de sus innumerables muertos. La pérdida del otro es también la pérdida del mundo de los dos, y del propio mundo. La nostalgia puede ser una atrocidad si se vive la propia existencia como perdida, pero también puede ser una oportunidad para empezar de nuevo. Los psiquiatras se refieren a la memoria del futuro como relectura selectiva del pasado, y concebir la memoria en clave de futuro significa repensar en profundidad la experiencia de la nostalgia. Friedrich Schlegel decía que la vida se vive hacia delante, pero solo se entiende hacia atrás. La nostalgia plena de gratitud implica volver al futuro, que es tanto como llenar la vida de vida.