
Tras el fallecimiento del papa Francisco el pasado 21 de abril, 133 cardenales electores comenzarán el cónclave el 7 de mayo. Durante este período, seguirán un menú estricto creado por el nutricionista Giorgio Calabrese, que incluye comidas ligeras como leche parcialmente desnatada, tostadas con mermelada, pasta ligera con tomate y albahaca, y frutas. Se prohíben alimentos como empanadas, aves enteras, pasteles y bollos rellenos, así como comidas pesadas como pasta carbonara y helados. El menú es supervisado por la Guardia Suiza y probado por catadores antes de ser servido.