
Michelangelo Merisi da Caravaggio, un pintor italiano del siglo XVII, utilizó técnicas ópticas y químicas avanzadas para perfeccionar su pintura. Estudios recientes han revelado que Caravaggio trabajaba en una habitación penumbrosa transformada en una cámara oscura, utilizando dispositivos ópticos y manipulando la luz para crear composiciones con gran precisión. La técnica de Caravaggio incluía la proyección de imágenes sobre una superficie interior utilizando lentes biconvexas y espejos cóncavos, y la aplicación de capas de pintura translúcida para dar profundidad y volumen a las figuras. También se ha hipotetizado que Caravaggio podría haber utilizado compuestos fotosensibles y bioluminiscencia natural para fijar imágenes y crear efectos lumínicos. Los estudios han permitido concluir que Caravaggio fue un innovador que combinó ciencia y arte para crear un estilo inconfundible.