
Un estudio liderado por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) revela que el ritual de las cabezas cortadas entre los íberos era más complejo de lo que se pensaba previamente. Los investigadores analizaron los patrones de movilidad de las comunidades íberas de la Edad de Hierro mediante el análisis de siete cráneos encontrados en yacimientos de Ullastret (Girona) y Puig Castellar (Barcelona). El análisis mostró que en Puig Castellar, tres de los cuatro individuos diferían significativamente del estroncio local, lo que sugiere orígenes externos. En cambio, en Ullastret, se encontraron mezclas de orígenes locales y foráneos. Los cráneos locales se exhibían posiblemente en instalaciones prominentes de la ciudad, mientras que un cráneo foráneo encontrado afuera de las murallas podría haber sido un 'trofeo bélico'.