
El aguacate se originó hace 400.000 años en México y se dispersó gracias a la megafauna del Pleistoceno. Sin embargo, con la extinción de estos animales, el área de distribución del aguacate se redujo. Los humanos intervinieron y comenzaron a cultivar el fruto hace 7.500 años, seleccionando semillas y plantando árboles. Con el tiempo, lograron que las semillas fueran más grandes y las cáscaras más resistentes. La domesticación del aguacate fue vital para las civilizaciones mesoamericanas, como los mayas y aztecas, y hoy en día es una fruta de moda gracias a sus propiedades nutritivas.